Oftalmólogo: ¿Cuándo y Qué exámenes hay que hacerse?

Oftalmología Colina

Todas las personas deberían ir al oftalmólogo no sólo por manifestar molestias oculares, sino también como control sano para realizarse un chequeo. En los niños lo pueden hacer los pediatras, pero después tienen que ser derivados al oftalmólogo.

Para personas sin factores de riesgo o enfermedades oculares, se recomienda acudir a la consulta de Oftalmología en las siguientes edades:

  • Hasta los dos años: Chequeo regular durante los controles pediátricos. Los realiza el pediatra.
  • De 3 a 5 años: Primera visita al oftalmólogo. Puede ser cada uno o dos años.
  • De 6 a 19 años: Realizar un examen si se presenta alguna molestia. Lo realiza un oftalmólogo.
  • De 20 a 29 años: Se recomienda una visita, aunque no haya molestias.
  • De 30 a 39 años: Hay que ir dos veces durante este periodo.
  • De 40 a 64 años: Cada dos a cuatro años.
  • De 65 años en adelante: Cada uno o dos años.

¿Cuando es Urgente acudir al Oftalmologo?

En la adultez hay que acudir al oftalmólogo cuando estén los siguientes síntomas: baja de visión, sobre todo si es súbita; visión de destellos o de objetos flotantes; distorsión, y dolor ocular o con la luz. ‘Lamentablemente, enfermedades como glaucoma o retinopatía diabética no tienen síntomas en etapas tempranas’.

Asimismo, las patologías sistémicas que podrían afectar la visión son la diabetes, enfermedades reumatológicas e hipertensión arterial severa. También pueden hacerlo el uso de medicamentos por largo tiempo, como corticoides, cloroquina o hidroxicloroquina, entre otros.

¿Por qué habría que tomar en cuenta estas recomendaciones?
Hay enfermedades que dan síntomas sólo en etapas tardías, como glaucoma y retinopatía diabética. Además muchos de sus efectos son irreversibles, por lo que es ideal un diagnóstico y tratamiento precoz.

Piernas inquietas y aumento de peso: Trastorno de ansiedad comunes en cuarentena

Trastorno de ansiedad

Las etapas de la cuarentena van avanzando poco a poco con el Plan Paso a Paso que ha desarrollado el gobierno para poner fin al confinamiento de forma paulatina.

No obstante, muchas comunas de nuestro país siguen en aislamiento, lo que ha traído importantes complicaciones a algunas personas, así lo detalla el Dr. Cristian Olivares de Centro Medico Liray.

Y es que, a las preocupaciones del día a día, se sumaron el miedo al contagio y, en algunos casos, inquietudes económicas que, conforme al Medico Internista, son propias del periodo que estamos viviendo. Si bien, era esperable que trastornos de ansiedad como el insomnio aumentaran durante el período de cuarentena, existen otras condiciones que han llamado la atención de los expertos.

Se trata del síndrome de las piernas inquietas y el aumento de peso que se asocian al mal dormir.

Síndrome de las piernas inquietas y trastorno de ansiedad ¿En qué consiste?

El Dr. Cristian Olivares afirma que dentro de los trastornos de ansiedad el síndrome de las piernas inquietas se presenta en hasta un 5% de la población pero solo un tercio de ellos con síntomas clínicamente significativos. Sin embargo, las consultas por este problema de salud se han intensificado durante el periodo de pandemia.

Es un intenso malestar que aparece, especialmente en las extremidades inferiores, que probablemente se ha acentuado por falta de actividad durante el encierro. Así, al final del día las personas necesitan moverse y caminar para aliviar el malestar.

Trastornos alimentarios por mal dormir y trastornos de ansiedad

Por otro lado, se ha visto con frecuencia en este último tiempo el aumentado dentro de los trastornos de ansiedad donde destaca trastornos alimentarios relacionados al sueño.

“Las personas se van a dormir y en la mitad de la noche se despiertan y se levantan a comer”, explica el neurólogo especialista en trastornos del sueño. Además, agrega que esto está relacionado a dos causas: al síndrome de las piernas inquietas y a los medicamentos para dormir.

Sobre las píldoras para inducir el sueño, el doctor Cristian Olivares comenta que, “en ocasiones, producen un estado de amnesia transitorio que es como una especie de sonambulismo, lo que está ligado a levantarse a comer semidormido. Muchas veces los pacientes no lo recuerdan al día siguiente”, por ello es importante evitar la automedicación.

¿Que es un Linfoma?

LINFOMA CENTRO MEDICO LIRAY

Los linfomas son un tipo de neoplasias malignas que se originan en el sistema linfoide, que está compuesto por linfocitos maduros.  De acuerdo con lo comentado por la  Dr. Cristian Olivares de centro Medico Liray, el 70% de los casos de linfoma, se presenta en los ganglios linfáticos.

Habitualmente, aparecen como un aumento de tamaño palpable de los ganglios perifericos (adenopatías) y que suelen crecer más de un centímetro por más de un mes. Sin embargo, cuando crecen ganglios no periféricos, ubicados dentro de la cavidad torácica o abdominal, producen síntomas secundarios a la compresión de órganos adyacentes.

Además, algunos linfomas pueden acompañarse de sintomatologías denominadas “síntomas B”, entre los que se encuentran:

Sintomas de un Linfoma

  1. Fiebre persistente
  2. Baja de peso
  3. Sudoración, especialmente nocturna

Por otro lado, cuando esta enfermedad afecta órganos específicos, los síntomas van a variar dependiendo del tejido que esté comprometido. Esta enfermedad puede aparecer a cualquier edad, y que los pacientes inmunodeprimidos tienen mayor riesgo de presentarlos.

Diagnóstico y tratamiento

Para poder otorgar el mejor tratamiento a cada paciente, es sumamente relevante identificar el subtipo de linfoma que tiene el paciente, explica la doctora Aránguiz.

Para esto, es necesario realizar una biopsia del tejido comprometido. Dicho examen, no sólo ayudará a definir esto, sino que también orientará el pronóstico para indicar un tratamiento óptimo.

Como los linfomas son neoplasias que se originan de linfocitos, en su gran mayoría requieren de quimioterapia sistémica para poder ser tratados, Como indica el Dr. Cristian Olivares de Centro Medico Liray. “algunos linfomas son de crecimiento tan lento que se pueden dejar incluso en observación y control médico”, asegura.

Y agrega que, “otros requerirán iniciar el tratamiento urgentemente. Por esto, contar con una buena biopsia es imprescindible para poder tratar la enfermedad”. Sin embargo, el tipo, intensidad y duración de la quimioterapia va a depender del subtipo histológico e inmunohistoquímico que indique la biopsia.