Es frecuente oír hablar de dolores en la noche que afectan a los niños. Se trata de los “dolores idiopáticos recurrente benignos” más conocidos como dolores de crecimiento, si bien este último término está medicamente aceptado, no está demostrado que estas dolencias estén asociados a este evento fisiológico.
Al respecto, el doctor Jaime Borras, Pediatra de Centro Medico Liray, explica que su verdadera causa es desconocida. Agrega que afecta a aproximadamente a un 10% de la población infantil, siendo los niños entre tres y 10 años los más afectados.
En cuanto a las características clínicas, el dolor de crecimiento corresponde a un dolor de localización cambiante, que afecta de preferencia a los miembros inferiores (caderas, muslos, rodillas, piernas y pantorrillas), habitualmente bilateral, de predominio vespertino o nocturno, que despiertan al niño en la noche. Su intensidad es moderada (5-10% de los casos el dolor es intenso), y dura entre 10 y 15 minutos.
El especialista asegura que desaparecen en forma espontánea o con uso de calor, masajes o analgésicos comunes.
Estas dolencias se presentan de igual manera en ambos sexos. Un gran porcentaje de los niños afectados tiene antecedentes familiares.
Los “dolores de crecimiento” :
pueden asociarse a dolores abdominales y cefalea, entre otros. Sin embargo, si se realizan análisis de laboratorio y radiografías los resultados son normales.
El diagnóstico es clínico, sin embargo se recomienda efectuar hemograma y VHS ante dudas de diagnóstico o en aquellos casos con dolor muy intenso, dado que es un signo de alarma.